La religión es un modo en el cual se manifiesta el ser.
No se puede mutilar el ser descartando la religión como si esta fuera solamente una forma arcaica del pensamiento. El ser (lo humano y el mundo) se expresa en uno de sus modos de ser en la religión, al hacerlo, esa expresión se manifiesta por medio del lenguaje simbólico. La religión es una expresión del ser que solamente puede leerse, entenderse, interpretarse y vivirse por medio de la apertura a la experiencia del lenguaje simbólico. El lenguaje simbólico no es solamente el lenguaje de la religión, sino que, además, es la manera en la cual la religión se estructura. La religión no es producto de la ciencia ni puede leerse en términos científicos, y aunque la religión es un hecho cultural, la cultura en su totalidad es una expresión del ser dentro de la cual hay otras expresiones del mismo ser incluidas, una de esas expresiones es la religión. La interpretación de los escritos sagrados, las formas de culto y adoración, la piedad, y demás expresiones del ser en la religión por ende solo se entiendan plenamente cuando se entienden bajo el lenguaje simbólico. No se puede interpretar la religión de otra forma porque se terminaría convirtiéndola en algo que no es ni pretende ser. La religión es la forma en la cual el ser se expresa de manera simbólica por medio de un lenguaje propio y, que, en última instancia, describe una manera de ser que es parte integral de la totalidad del ser (lo humano y el mundo). Debemos aceptar el ser en su totalidad, y ello significa, aceptar aquellas formas en que el ser se expresa de manera parcial, reconociendo que esa parcialidad es tal, en la medida, en que el ser siempre está siendo y expresándose en el mundo. Toca a la ciencia interpretar el universo en el lenguaje de la ciencia, a la política o a la informática en el lenguaje de la política o de la informática, y a la religión enseñar la mejor manera de entender el lenguaje simbólico en el cual el ser se expresa en la religión. El lenguaje simbólico no es creación nuestra sino del ser mismo que se expresa en esos términos, nosotros descubrimos la existencia del lenguaje simbólico en la medida que descubrimos que hay una forma de ser en nosotros y fuera de nosotros que se revela, y que no pertenece al estudio de las ciencias de la naturaleza, sino a un área que en el mismo lenguaje simbólico hemos descubierto como el misterio. El misterio es la manera en la cual el ser se da a conocer en la religión, el misterio es el ser en su expresión simbólica en su revelación a nuestra conciencia. Sabemos del misterio porque se manifiesta a nosotros y se expresa en el lenguaje simbólico que le es propio, y que nos llega del misterio para ayudarnos a entenderlo y a ponerlo en términos que sean compresibles a nuestra conciencia. La religión, vista desde este ángulo, nos llega de fuera, nos llega como la manifestación del ser a nuestra conciencia que busca expresar una de las dimensiones del ser: la dimensión simbólica. Revelación es el término que usamos por eso para describir a esa manifestación del ser que llega a nuestra conciencia por medio del misterio y que es procesada gracias al lenguaje simbólico que el misterio tiene en su propia estructura de ser. Es revelación porque viene de fuera (extra nos), nosotros no la inventamos, sino que la reconocemos y la procesamos gracias a que nuestro cerebro tiene la capacidad de reconocer y procesar la razón simbólica y decodificar y usar el lenguaje simbólico. La hermenéutica de la razón simbólica es, por tanto, resultado de la manifestación del misterio como modo del ser a nuestra conciencia quien a su vez entiende esta razón por la existencia de la razón simbólica en nosotros y, con el uso del lenguaje simbólico, procede a interpretar el mensaje del ser que nos llega a través de la religión. Pero además de eso, podemos notar que nosotros existimos con la capacidad de usar el lenguaje simbólico, entenderlo e interpretarlo, porque éste es parte también del ser en nosotros (intra nos) y, de esa forma, todos los seres humanos somos capaces de tener una religión, porque todos somos portadores en nuestro cerebro de una razón simbólica que nos ayuda a expresarnos en todo lo que se refiere a nuestra contemplación del misterio. Visto desde este ángulo la religión surge desde dentro, del interior de nosotros. Por ello, otro momento hermenéutico está presente cuando el ser en nosotros interpreta el ser en el mundo y contempla el misterio que se revela en el mundo, lo busca y lo trata de describir, ya que es parte de quienes somos el tener esa capacidad de usar un lenguaje que solamente adquiere sentido cuando se utiliza para interpretar el ser como misterio. Ese segundo momento es lo que llamamos contemplación (theoria). La contemplación es el uso consciente de nuestra razón simbólicapara buscar el misterio en el mundo. En la contemplación somos nosotros los que salimos a buscar el ser que se expresa como el misterio. En la contemplación somos nosotros los que creamos el sistema teológico y religioso para poder analizar y explicar el misterio. La contemplación es la forma en la cual la religión aparece como una creación humana, a diferencia de la revelación donde la religión se ve más como un hecho que viene de fuera de nosotros. Revelación y Contemplación son por ello dos partes de un mismo todo, dos maneras de ver el proceso hermenéutico. En la revelación el misterio usa el lenguaje simbólico para comunicarse con nosotros, en la contemplación nosotros usamos el lenguaje simbólico para explicar el misterio. Comments are closed.
|
AuthorPastor Jose Luis´reflexions. Archives
June 2024
Categories |