El gran evento transformador de la postmodernidad de nuestro tiempo ha sido definitivamente la pandemia del COVID-19. Por primera vez hemos podido ver en vivo y en directo los efectos de una pandemia que afectó todo el orbe y presenciar el ocaso de una era.
La pandemia ha podido ser apreciada a través de las redes sociales, la televisión y los posts que todos hemos realizado en nuestras cuentas en las redes sociales. La pandemia ha sido la causa por la cual el mundo se transformó socialmente de un ser presente a un ser virtualmente presente. El ser ya no necesita ser un ser físico para estar ahí, el ser estaba al mismo tiempo en muchas partes si éramos capaces de captarlo por medio de Zoom. El ser dejo de ser un ser físico para ser un ser virtual, no metafísico porque no está en un mundo ideal separado de este mundo ni en nuestra mente, sino que se encuentra ahora en un ser que está en el mundo, pero de manera digital, computarizada. De esta manera, hemos continuado nuestra existencia y nuestro trabajo por medio de nuestra presencia virtual en la vida otros, quienes también de manera virtual se abrieron a la experiencia de la nueva manifestación del ser. Hemos ofrecido servicios religiosos, reuniones de mandatarios de alto nivel, clases universitarias, lecciones escolares, exámenes, comprado y vendido productos e incluso competido en juegos en línea. Nos hemos mantenido conectados y hemos desarrollado nuestra vida de una nueva manera sin dejar de ser nosotros sino añadiendo al nosotros un nuevo nosotros de nosotros mismos, ese nosotros digital que continúa en el espacio digital aun después que la pandemia ha terminado. Hoy podemos volver a tocarnos y mirarnos de manera física, real y presencial. Si el ser es lo que es, entonces hoy somos lo que somos, y eso es algo distinto a lo que éramos antes de la pandemia. Hoy hemos oficialmente sumado a lo que somos nuestro ser virtual, nuestro ser en ZOOM, nuestro ser YouTube, nuestro ser registrado en el universo de la nube. Hoy nuestro ser existe en la nube, allí no esta una representación nuestra, allí estamos nosotros en el tiempo y en el espacio permanente de la nube, y la nube nos permite vernos y oírnos y también ver y oír a quienes no sobrevivieron a la pandemia. La nube es el espacio-tiempo en el cual también vive hoy nuestro ser. El ser entonces es lo que somos aquí y lo que somos en la nube. Se nos puede encontrar en la nube. El mundo virtual y de la realidad expandida no es un mundo aparte de este mundo sino una expansión del mundo en el que hemos estado viviendo. Hoy vivimos más allá del espacio-tiempo histórico del mundo y lo hacemos en el espacio-tiempo de la nube. Cada vez que alguien accede al banco de información de la nube donde están nuestros videos, está accediendo al ser que existe en ese banco de información. Ese ser seguirá viviendo mientras la nube exista, ese ser tiene la gran ventaja de la inmortalidad si es que no es borrado de la nube. De esta forma, el desvelamiento del ser se produce hoy cada vez que accedemos a un video de YouTube y vemos allí el ser que está en la nube. Comments are closed.
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AuthorPastor Jose Luis´reflexions. Archives
June 2024
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